Los primeros años

Valeria del mar


Las primeras casas particulares fueron la casa de veraneo del Ingeniero Brie, en Piedrabuena y la playa y la de Blanco, en Jorge casi Azopardo.

Las primeras familias en establecerse en Valeria fueron la del Mayor Edgar Robinson, la de Paulino Rodríguez y la de José Ángel Brizuela.

Rodríguez había sido capataz de la plantación, trabajando en el vivero que estaba en Somellera y Espora y que ocupaba varias manzanas y compró la casa donde había estado la administración de Valeria.

Los primeros locales comerciales se instalaron en la galería del edificio Valeria: la tienda de ropa de Laserre, el kiosco y librería de Félix della Paolera (más conocido como "el Grillo"), el taller del fotógrafo Ferreira, el almacén de Arnold Hourcade, la verdulería y lechería de Carmelo d'Ambrosio y el Bar Yaguatí, de Nicolás Serrafiori.

Edificio Gran Valeria centro de Valeria del Mar

El edificio Valeria desde donde es hoy el centro - (JAB)

Dijimos que el edificio fue el centro de la vida social y cultural de Valeria. Sus amplios salones y su "Confitería, Salón de Té, Night Club, Restaurante y Galería Comercial" servían para las reuniones no sólo de sus residentes, sino de todos los veraneantes de la zona, incluidos los muy numerosos "carperos" que acampaban en Valeria, y que a veces, durante las tormentas, se refugiaban en las galerías del edificio.

Parte de la razón de esa actividad fue que el "Grillo" della Paolera estaba casado con la actriz Elena Cruz y que la pareja invitaba a Valeria a personalidades como Romualdo Quiroga, Fernando Siro, Adolfo Stray, Luis Medina Castro y Chunchuna Villafañe. Muchos de estos se alojaron en el amplio sótano-vivienda del local del "Grillo" en el edificio. En esos años fueron vistos también por el Balneario Piero, Luis Spinetta, León Gieco y Facundo Cabral. En los salones dio una conferencia Jorge Luis Borges, invitado por el "Grillo". Borges se hospedó en la hostería Din-Don, el primer hotel de la zona. El escritor Leopoldo Marechal y su esposa Elbiamor eran veraneantes habituales. También vivía en Valeria por esos tiempos el Indio Solari, la voz de los Redonditos de Ricota.

A comienzos de los 70, el edifico Valeria influyó nuevamente en la historia del balneario. Hasta ese momento, el edificio usaba para su provisión de electricidad grupos electrógenos propios. Contaba con dos motores que generaban electricidad desde las 8 de la mañana hasta las 2 del día siguiente. El consorcio reunió la considerable suma necesaria para traer las líneas de electricidad desde Pinamar, cruzando Ostende, las que fueron luego aprovechadas por toda la población de ambos balnearios.

En 1971 una compañía norteamericana, con la autorización del Gobierno de la Nación, hizo prospecciones de petróleo en la zona. Dicen que su campamento iluminaba la noche. Fuera de que sus explosiones mataron los peces de la laguna "El Rosario", a las que hubo que sembrarle alevinos, no se conocieron los resultados de la prospección, aunque el hecho de que no se supiera más de ellos nos hacen pensar que estas fueron negativas. Aún se pueden ver los restos de una plataforma de cemento en Espora y Arcachón.